Pero es que además, tuvo una amplia revisión en 1865, con lo que se mezclan
en una misma ópera, el espontáneo compositor juvenil, con el ya maduro, de
estilo más refinado bajo todos los puntos de vista.
Cuando se presentó en Paris la revisión, una revista francesa sugirió
maliciosamente que Verdi “no conocía o no entendía a Shakespeare”. Verdi se
enfadó mucho y escribió una carta en la que, entre otras cosas, ponía: “..... Lo he tenido entre las manos desde mi
primera juventud y lo leo y releo continuamente”. Se sabe, efectivamente,
quer durante toda su vida, demostró la más profunda admiración por Shakespeare.
Para concluir, decir que, a pesar de ser obra de juventud, aguanta muy bien
el paso del tiempo. Según el “Grove’s Dictionary of Opera, 1992”, el número
total de óperas compuestas sobre el personaje es de dieciseis. De entre ellas
la única que ha podido mantenerse asiduamente en los carteles de los teatros, es
la verdiana. Todas las demás han sido objeto del más absoluto olvido.
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