LIBRETO
Bilingüe (italiano-español) AQUÍ
SINOPSIS
Melodrama trágico en tres actos con libreto de Salvatore Cammarano, basado en la tragedia Kabale und Liebe (Intrigas y Amor) escrita por Friedrich von Schiller en 1784. El estreno de la ópera tuvo lugar en el Teatro San Carlo de Nápoles el 8 de diciembre de 1849 con dirección del primer violín Antonio Farelli y con los siguientes intérpretes principales:
Luisa Miller (soprano) …………….. Marietta Gazzaniga
Rodolfo (tenor)……………………… Settimio Malvezzi
Miller (barítono)…………………….. Achille De Bassini
Walter (bajo)………………………… Antonio Selva
Federica (contralto)................. Teresa Salandri
Wurm (bajo)............................. Marzo Arati
La acción tiene lugar en el Tirol durante la primera mitad del siglo XVII.
Acto I (Amor): Ante la casa de los Miller en una deliciosa mañana primaveral, Laura (amiga de Luisa) y otros aldeanos, despiertan cariñosamente a la protagonista en el día de su cumpleaños. Miller está preocupado porque ha descubierto que su hija ama a un desconocido. Luisa le tranquiliza diciendo que Carlo (nombre ficticio de Rodolfo) la quiere sinceramente. Así lo confirma el propio Carlo que aparece en ese momento y todos entran en la iglesia cercana.
Todos, menos Miller que es interceptado por Wurm que desde hace tiempo viene pidiendo a su padre la mano de Luisa. Al ser rechazado de nuevo, herido en su orgullo, Wurm revela la verdadera identidad de Carlo: se llama realmente Rodolfo y es hijo del Conde local Walter. El padre ve así justificados sus temores.
En una de las estancias del castillo, Walter es informado por Wurm de las relaciones de su hijo con Luisa. El Conde no puede ocultar su decepción ya que pretende el matrimonio de Rodolfo con la viuda Federica de Ostheim, lo que supondría un notable ascenso social y económico.
Impone este enlace a Rodolfo que no tiene tiempo de expresar a su padre sus razones en contra pues aparece con su cortejo Federica. La Duquesa Federica está conforme con su matrimonio con Rodolfo y recuerda los felices días de infancia común pero el muchacho honradamente le confirma que ama a otra mujer. Federica acepta con nobleza esta revelación pero se aleja muy decepcionada.
En la casa de los Miller con los sonidos que llegan lejanos de una partida de caza, Luisa espera con ansiedad su encuentro con el amado. Su padre revela a Luisa la terrible verdad: Carlo es Rodolfo y se halla en esos momentos con su futura esposa Federica.
Pero llega Rodolfo y aunque reconoce que ha mentido en el nombre y en su rango social, sigue manteniendo la honestidad de su amor hacia Luisa con la que desea casarse.
Aparece el Conde Walter con sus acompañantes y ante todos Rodolfo se niega a aceptar el matrimonio con Federica. Walter ordena arrestar a Luisa y a Miller. Entonces Rodolfo se acerca a su padre y al oído le amenaza con descubrir el secreto que oculta: como ha logrado acceder al título de Conde Walter. Ante esto, Luisa es liberada.
Acto II (Intriga): Miller es acusado de ultrajar a Walter y Wurm aprovecha la situación para proponer a Luisa la forma de salvar a su padre: debe escribir una carta admitiéndole a Rodolfo que lo quería sólo por su riqueza y por ambición social. Luisa escribe y firma el fatídico documento. Wurm le exige además que confirme toda esta declaración escrita ante la propia Duquesa Federica. La prueba es durísima pero por salvar a su padre ella acepta.
En el castillo Wurm da cuenta a Walter del resultado de la intriga. Los dos hombres recuerdan su complicidad en el asesinato del auténtico Conde Walter. Llega la Duquesa que se apresura a recibir a Luisa. La joven a duras penas, repite las palabras que prometió decir a Wurm: no ama a Rodolfo, le sedujo por ambición y su verdadero amor es Wurm.
Un aldeano ha entregado la carta de Luisa a Rodolfo. Este en la más negra desesperación, da rienda suelta a su desengaño y tristeza. Convoca luego a Wurm retándole a un duelo a pistola pero este se da cobardemente a la fuga. Acude Walter y en sus brazos cobija al desconsolado hijo a quien ahora es fácil de convencer para casarse con Federica.
Acto III (Veneno): Luisa desde su casa escucha los preparativos para la próxima boda de Rodolfo con Federica. Aparece el padre liberado que abraza a su hija agradeciéndole el enorme sacrificio que ha hecho. Luisa ha escrito otra carta a Rodolfo revelándole toda la verdad y después piensa quitarse la vida. Pero Miller descubre esos propósitos, rompe la carta y convence a su hija de alejarse del lugar y de ese modo recuperar la felicidad perdida lejos de allí.
Luisa se pone a rezar y en esa actitud la descubre Rodolfo que, a escondidas, echa un potente veneno en una copa. Luego se enfrenta a Luisa que no puede hacer otra cosa que reconocer ante él todo lo que ha hecho. Desesperado, Rodolfo bebe de la copa envenenada y luego hace que Luisa apure el resto de su contenido. En el momento en que la protagonista sabe que va a morir, confiesa a Rodolfo toda la intriga tramada por el Conde Walter y Wurm. En los brazos del amado y de su atribulado padre, muere la muchacha. Rodolfo, antes de morir, traspasa a Wurm con su espada y maldice a su padre, el Conde de Walter.
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SINOPSIS
Melodrama trágico en tres actos con libreto de Salvatore Cammarano, basado en la tragedia Kabale und Liebe (Intrigas y Amor) escrita por Friedrich von Schiller en 1784. El estreno de la ópera tuvo lugar en el Teatro San Carlo de Nápoles el 8 de diciembre de 1849 con dirección del primer violín Antonio Farelli y con los siguientes intérpretes principales:
Luisa Miller (soprano) …………….. Marietta Gazzaniga
Rodolfo (tenor)……………………… Settimio Malvezzi
Miller (barítono)…………………….. Achille De Bassini
Walter (bajo)………………………… Antonio Selva
Federica (contralto)................. Teresa Salandri
Wurm (bajo)............................. Marzo Arati
La acción tiene lugar en el Tirol durante la primera mitad del siglo XVII.
Acto I (Amor): Ante la casa de los Miller en una deliciosa mañana primaveral, Laura (amiga de Luisa) y otros aldeanos, despiertan cariñosamente a la protagonista en el día de su cumpleaños. Miller está preocupado porque ha descubierto que su hija ama a un desconocido. Luisa le tranquiliza diciendo que Carlo (nombre ficticio de Rodolfo) la quiere sinceramente. Así lo confirma el propio Carlo que aparece en ese momento y todos entran en la iglesia cercana.
Todos, menos Miller que es interceptado por Wurm que desde hace tiempo viene pidiendo a su padre la mano de Luisa. Al ser rechazado de nuevo, herido en su orgullo, Wurm revela la verdadera identidad de Carlo: se llama realmente Rodolfo y es hijo del Conde local Walter. El padre ve así justificados sus temores.
En una de las estancias del castillo, Walter es informado por Wurm de las relaciones de su hijo con Luisa. El Conde no puede ocultar su decepción ya que pretende el matrimonio de Rodolfo con la viuda Federica de Ostheim, lo que supondría un notable ascenso social y económico.
Impone este enlace a Rodolfo que no tiene tiempo de expresar a su padre sus razones en contra pues aparece con su cortejo Federica. La Duquesa Federica está conforme con su matrimonio con Rodolfo y recuerda los felices días de infancia común pero el muchacho honradamente le confirma que ama a otra mujer. Federica acepta con nobleza esta revelación pero se aleja muy decepcionada.
En la casa de los Miller con los sonidos que llegan lejanos de una partida de caza, Luisa espera con ansiedad su encuentro con el amado. Su padre revela a Luisa la terrible verdad: Carlo es Rodolfo y se halla en esos momentos con su futura esposa Federica.
Pero llega Rodolfo y aunque reconoce que ha mentido en el nombre y en su rango social, sigue manteniendo la honestidad de su amor hacia Luisa con la que desea casarse.
Aparece el Conde Walter con sus acompañantes y ante todos Rodolfo se niega a aceptar el matrimonio con Federica. Walter ordena arrestar a Luisa y a Miller. Entonces Rodolfo se acerca a su padre y al oído le amenaza con descubrir el secreto que oculta: como ha logrado acceder al título de Conde Walter. Ante esto, Luisa es liberada.
Acto II (Intriga): Miller es acusado de ultrajar a Walter y Wurm aprovecha la situación para proponer a Luisa la forma de salvar a su padre: debe escribir una carta admitiéndole a Rodolfo que lo quería sólo por su riqueza y por ambición social. Luisa escribe y firma el fatídico documento. Wurm le exige además que confirme toda esta declaración escrita ante la propia Duquesa Federica. La prueba es durísima pero por salvar a su padre ella acepta.
En el castillo Wurm da cuenta a Walter del resultado de la intriga. Los dos hombres recuerdan su complicidad en el asesinato del auténtico Conde Walter. Llega la Duquesa que se apresura a recibir a Luisa. La joven a duras penas, repite las palabras que prometió decir a Wurm: no ama a Rodolfo, le sedujo por ambición y su verdadero amor es Wurm.
Un aldeano ha entregado la carta de Luisa a Rodolfo. Este en la más negra desesperación, da rienda suelta a su desengaño y tristeza. Convoca luego a Wurm retándole a un duelo a pistola pero este se da cobardemente a la fuga. Acude Walter y en sus brazos cobija al desconsolado hijo a quien ahora es fácil de convencer para casarse con Federica.
Acto III (Veneno): Luisa desde su casa escucha los preparativos para la próxima boda de Rodolfo con Federica. Aparece el padre liberado que abraza a su hija agradeciéndole el enorme sacrificio que ha hecho. Luisa ha escrito otra carta a Rodolfo revelándole toda la verdad y después piensa quitarse la vida. Pero Miller descubre esos propósitos, rompe la carta y convence a su hija de alejarse del lugar y de ese modo recuperar la felicidad perdida lejos de allí.
Luisa se pone a rezar y en esa actitud la descubre Rodolfo que, a escondidas, echa un potente veneno en una copa. Luego se enfrenta a Luisa que no puede hacer otra cosa que reconocer ante él todo lo que ha hecho. Desesperado, Rodolfo bebe de la copa envenenada y luego hace que Luisa apure el resto de su contenido. En el momento en que la protagonista sabe que va a morir, confiesa a Rodolfo toda la intriga tramada por el Conde Walter y Wurm. En los brazos del amado y de su atribulado padre, muere la muchacha. Rodolfo, antes de morir, traspasa a Wurm con su espada y maldice a su padre, el Conde de Walter.
PRESENTACION
Luisa Miller, compuesta casi al final de lo que se denomina “años de galeras”, supone un cambio muy claro en la temática del compositor y podría estar integrada (junto con Stiffelio) en una etapa, que calificaríamos de transición, entre el citado periodo “de galeote” y el momento inmediatamente posterior constituido por la archifamosa trilogía popular.
Desde esta ópera en adelante, desaparecen los coros patrióticos, los lamentos de pueblos oprimidos y los ejércitos en marcha, en favor de una profundización en la esfera privada e íntima de los personajes. La partitura de Luisa Miller es más sutil y refinada: Verdi experimentó con ella una serie de técnicas dramáticas que mas tarde llevaría a su plenitud, como por ejemplo en el III Acto, que tiene un fuerte “sabor” a la futura Traviata.
La Obertura quizás no sea una de las más conocidas pero resulta muy interesante: está influida por El cazador furtivo de Weber y por vagas asociaciones de Verdi con algún tema dramático que parece alemán. Es monotemática (caso único en sus óperas) y desarrollada en forma de sonata. El clarinete juega un papel importante y lo hará a lo largo de toda la obra pues el maestro tuvo en cuenta la pericia del primer clarinetista de la orquesta del San Carlo.
AUDIO 01.1: Obertura
El personaje de Rodolfo (para tenor lírico), honrado pero cándido, es de carácter noble pero se deja llevar por un arrebato de celos y es capaz de envenenar a la protagonista. A él le corresponde la parte mas conocida de esta ópera que es el punto de encuentro de todos los tenores. Se trata de una sencillísima y elegiaca cantinela de corte belliniano con una inspirada melodía. Esta cantinela se ensancha en una conmoción, en una melancolía y en una añoranza por la felicidad perdida que pocas veces más- y nunca mejor- lograría expresar el compositor. Estamos hablando lógicamente del recitativo "Oh fede negar potessi", que expone con mano maestra el sufrimiento y la ira del personaje, seguido del aria "Quando le sere al placido", un poético cantabile con delicado acompañamiento de clarinete y violonchelo.
AUDIO 02.1
Luisa Miller, compuesta casi al final de lo que se denomina “años de galeras”, supone un cambio muy claro en la temática del compositor y podría estar integrada (junto con Stiffelio) en una etapa, que calificaríamos de transición, entre el citado periodo “de galeote” y el momento inmediatamente posterior constituido por la archifamosa trilogía popular.
Desde esta ópera en adelante, desaparecen los coros patrióticos, los lamentos de pueblos oprimidos y los ejércitos en marcha, en favor de una profundización en la esfera privada e íntima de los personajes. La partitura de Luisa Miller es más sutil y refinada: Verdi experimentó con ella una serie de técnicas dramáticas que mas tarde llevaría a su plenitud, como por ejemplo en el III Acto, que tiene un fuerte “sabor” a la futura Traviata.
La Obertura quizás no sea una de las más conocidas pero resulta muy interesante: está influida por El cazador furtivo de Weber y por vagas asociaciones de Verdi con algún tema dramático que parece alemán. Es monotemática (caso único en sus óperas) y desarrollada en forma de sonata. El clarinete juega un papel importante y lo hará a lo largo de toda la obra pues el maestro tuvo en cuenta la pericia del primer clarinetista de la orquesta del San Carlo.
AUDIO 01.1: Obertura
El personaje de Rodolfo (para tenor lírico), honrado pero cándido, es de carácter noble pero se deja llevar por un arrebato de celos y es capaz de envenenar a la protagonista. A él le corresponde la parte mas conocida de esta ópera que es el punto de encuentro de todos los tenores. Se trata de una sencillísima y elegiaca cantinela de corte belliniano con una inspirada melodía. Esta cantinela se ensancha en una conmoción, en una melancolía y en una añoranza por la felicidad perdida que pocas veces más- y nunca mejor- lograría expresar el compositor. Estamos hablando lógicamente del recitativo "Oh fede negar potessi", que expone con mano maestra el sufrimiento y la ira del personaje, seguido del aria "Quando le sere al placido", un poético cantabile con delicado acompañamiento de clarinete y violonchelo.
AUDIO 02.1
Luisa, la soprano, a quien Verdi describió como “ingenua y extremadamente dramática”, inicia la obra con adornos vocales que quieren reflejar su candor y juventud para ir progresando dramáticamente según va enfrentándose a los acontecimientos hasta finalizar en una vocalidad cercana a una soprano spinto. Es un personaje muy sugestivo desde el punto de vista psicológico: no es una dama de alcurnia, sino una muchacha sencilla de origen popular y de ahí que pueda calificarse a esta ópera como “tragedia burguesa”. No puedo resistirme a intentar reflejar los dos colores vocales necesarios así que, en lugar de un audio, vamos a poner dos
"Lo vidi, e´l primo palpito"
AUDIO 03.1
"Lo vidi, e´l primo palpito"
AUDIO 03.1
"La tomba è un letto sparso di fiori (vals triste)"
AUDIO 04.1
AUDIO 04.1
Miller, el barítono, orgulloso y bravo, está encuadrado en el amplio grupo de “padres verdianos” que tantas veces aparecen como motivo recurrente en las óperas del compositor. Exige tesitura alta y flexibilidad. Tiene un importante papel con muchas intervenciones de las que destacaremos el final de su escena con Wurn que es una cabaleta que comienza por "Ei m`ha spezzato il cor. Ah fu giusto il mio sospetto"
AUDIO 05.1
AUDIO 05.1
Walter, padre de Rodolfo, que obtuvo su título de Conde por medios ilícitos, es un rol para bajo de cierto relieve y requiere fuerza y agilidad. Se mueve entre la ambición y el amor paternal. Su intolerancia provoca la tragedia. Destacaremos su escena de salida y concretamente "Il mio sangue, la vita darei", que es un monólogo breve no exento de pathos, fuerza emocional y explosiones de ira.
AUDIO 06.1
AUDIO 06.1
Federica, la rival de Luisa en el amor de Rodolfo, está escrita para contralto o mezzosoprano. Despide un aire bondadoso y el papel es breve pero muy vistoso. Verdi quiso desarrollarlo más pero no pudo pues el teatro no disponía de “seconda donna”. No tiene ningún aria propia, así que nos tendremos que arreglar con el comienzo de su dúo con el tenor "Duchessa tu m’appelli!" (lástima de dúo pero ha de partirse al ser demasiado largo).
AUDIO 07.1
AUDIO 07.1
Wurm (Worm en inglés significa "gusano"), malvado administrador del Conde y también su cómplice, es un papel para segundo bajo. Mezcla de ingenio y maldad, no está del todo desarrollado pero en sus intervenciones y desde el punto de vista dramático, es más interesante que el propio Conde porque a Verdi le atraía más el personaje. Es claramente el germen de otros malvados posteriores incluido Yago y desde luego el urdidor de la intriga. Carece de aria propia pero pondremos una parte de su dúo con Walter, concretamente la marcial cabaleta final "Sol tu? Congiunto" que tiene como originalidad el ser cantada por una pareja de bajos.
AUDIO 08.1
AUDIO 08.1
Los Coros son importantes pero la mayoría de las veces se limitan a acompañar. Sin embargo en el Acto II toman protagonismo narrando a Luisa el encarcelamiento de su padre
AUDIO 09.1
AUDIO 09.1
GÉNESIS E IMPORTANCIA DE "LUISA MILLER"
Después del estreno de Alzira en 1845, Verdi se había comprometido a componer una nueva ópera para el Teatro San Carlo de Nápoles. Tras desechar varios temas- entre ellos L’assedio di Firenze que hubiera sido una segunda Battaglia- cuando se decidió definitivamente (mayo de 1849) a basar el argumento de la nueva ópera en el Kabale und liebe (Intriga y amor) de Schiller, el compositor vivía en París con Giuseppina Strepponi disfrutando de una radiante felicidad. En los últimos días de julio de 1849, la pareja abandonó definitivamente la capital francesa para instalarse en el palacio Cavalli de Busseto, optando por vivir juntos. Por eso esta ópera está compuesta “a caballo” entre ambos lugares.
Fue una gestación rápida al quedar terminada la partitura en unas seis semanas y en días especialmente dolorosos para los italianos al derrumbarse, por el momento, su sueño independentista y unitario.
La ópera es novedosa por el tema que trata y por su ritmo general: es una historia de amor pero de orden privado, muy ajeno a las fuertes pasiones colectivas que constituyen el núcleo de la mayoría de las obras de juventud. Se cambian los estruendos bélicos, las ruidosas manifestaciones de fe y fervor patriótico, la tensión que emana de sus anteriores óperas, por una atmósfera infinitamente más serena y distendida. Cada personaje se representa sólo a sí mismo y esta pasión individual hace que sea más íntimo y evidente el desarrollo psicológico de los distintos roles.
Hasta el momento de la composición de Luisa Miller, en los recitativos desaparecía la importancia de la música en favor de un texto que explicara bien la acción. Así había sido en Italia con Rossini, Bellini y Donizetti e incluso el propio Verdi. En cambio en Alemania, Wagner había ya inaugurado una forma completamente distinta de concebir la relación entre texto y música. Luisa Miller marcó precisamente una ruptura en la manera verdiana de tratar esa relación. Por primera vez el compositor sentía la necesidad de un acuerdo total entre la música y el texto lo que implicaba que éste fuera escrito no exclusivamente en función del sonido de las palabras, sino también de su sentido. Las partes recitadas se veían de este modo reducidas y quedaba abierto el camino para lo que Verdi denominaría “diálogo escénico” o, si se quiere, “música continua” como lo llamaron los alemanes.
Bien es verdad que en esta obra temprana del Verdi que va siendo maduro musicalmente, no se rompe del todo con el pasado conservando fórmulas como arias, dúos y concertantes que, sin embargo, se suceden fluidamente. Pero el Acto III es la antesala de la posterior Traviata y en palabras de Teófilo Gautier -de cuando se estrenó en Francia- “encierra bellezas de primer orden: de un extremo a otro está escrito en un estilo esencialmente dramático”. Hasta tal punto es así que también en el Acto II el solo de clarinete en la escena de la carta con Luisa y Wurm, es prácticamente idéntico al de La Traviata (cuando Violetta antes de su apasionada despedida de Alfredo en el acto segundo, decide escribir una carta).
Igual que también es evidente el ambiente pastoril de la primera escena que recuerda el mundo de La Sonnambula, Linda de Chamounix e incluso el ballet Giselle. Decir, por último, que esta obra, por su temática, es la primera de las “óperas burguesas” de Verdi que realmente son muy pocas: Luisa Miller, Stiffelio, La Traviata y Falstaff.
A finales de setiembre la ópera estaba lista para su puesta en escena y el 3 de octubre el músico y su eterno suegro Barezzi, partieron hacia Nápoles pasando por Génova y Roma. En esta última ciudad Verdi recibió noticias alarmantes de Cammarano comunicándole que el San Carlo estaba en bancarrota. El maestro reaccionó inmediatamente y en cuanto llegó a Nápoles, reclamó al empresario Flaùto el pago de la primera parte de los tres mil ducados de su caché. No sin dificultad y tras muchos dimes y diretes se resolvió la cuestión y empezaron los ensayos. El compositor y su suegro aprovecharon su tiempo libre para hacer muchas excursiones por la región.
El estreno de Luisa Miller se llevó a cabo el 8 de diciembre de 1849. No fue un fracaso pero tampoco un éxito. Hubo pocas ovaciones para los dos primeros actos y el tercero- el mejor- fue recibido con frialdad. El público del San Carlo parecía decepcionado por una obra que contenía novedades que no era capaz de captar. Aún así, se hicieron veinte representaciones que fueron decayendo paulatinamente. Una buena parte de este relativo fracaso la tuvieron los cantantes, aumentado, como ya se ha dicho, por la poca comprensión del público a las novedades de la obra. Lo cierto es que Luisa Miller marca un punto de inflexión en la manera de componer y en la vida del compositor: inaugura un nuevo estilo que iba a poner fin a los años de galeras y comienza su convivencia con la Strepponi que ya se mantendría hasta el final de sus días.
Son bastantes los números musicales a destacar de esta ópera, algunos de los cuales ya se han comentado en la presentación y por eso no los vamos a reflejar aquí de nuevo. Añadiremos: el primer dúo entre soprano y tenor "T’amo d’amor ch’esprimere" que en realidad es una cabaleta, el dúo entre tenor y mezzo "Dall’aule raggianti" recordando su feliz infancia, la larga escena de la extorsión entre Luisa y Wurm que comienza por "Il padre tuo", la escena y dúo entre Wurm y Walter cuyo principio es "Ebben?", confesión terrible de los crímenes cometidos en común y "Todo el tercer acto" con la amplia escena entre padre e hija (similar a Rigoletto y Traviata), "La preghiera" motivo bastante recurrente, el dúo con el tenor que lo inician con "M’arde le vene" donde la protagonista confiesa su culpa y el terceto final "Padre ricevi l’estremo addio".
Después de su estreno, Luisa Miller desapareció prácticamente de los escenarios italianos pero en Francia tuvo una acogida más que notable instalándose como obra de repertorio, primero en el Teatro Italiano y mas tarde en el Teatro de la Ópera. A España llegó el 27 de abril de 1851 (Teatro del Real Palacio) y en la temporada 1852/3 la repuso el Teatro Real nada menos que con 21 representaciones. En el Liceo barcelonés se estrenó por primera vez el 25 de octubre de 1851. Consta que también se representó en Bilbao en el verano de 1860.
Las últimas producciones mas destacables corresponden al Teatro alla Scala en 1989 con Ricciarelli y con mucho escándalo pues renunció en la segunda representación, la gran producción del Teatro Real de diciembre del 2005 con Marcelo Alvarez y Fiorenza Cedolins y la reposición en el MET (marzo de 2006) con Villarroel (por cancelación de la Frittoli) que dio lugar a un gran fiasco. Para el próximo mes de Junio-2008 está programada en el Liceo con Prestia, La Scola, Frontali y Stoyanova.
Después del estreno de Alzira en 1845, Verdi se había comprometido a componer una nueva ópera para el Teatro San Carlo de Nápoles. Tras desechar varios temas- entre ellos L’assedio di Firenze que hubiera sido una segunda Battaglia- cuando se decidió definitivamente (mayo de 1849) a basar el argumento de la nueva ópera en el Kabale und liebe (Intriga y amor) de Schiller, el compositor vivía en París con Giuseppina Strepponi disfrutando de una radiante felicidad. En los últimos días de julio de 1849, la pareja abandonó definitivamente la capital francesa para instalarse en el palacio Cavalli de Busseto, optando por vivir juntos. Por eso esta ópera está compuesta “a caballo” entre ambos lugares.
Fue una gestación rápida al quedar terminada la partitura en unas seis semanas y en días especialmente dolorosos para los italianos al derrumbarse, por el momento, su sueño independentista y unitario.
La ópera es novedosa por el tema que trata y por su ritmo general: es una historia de amor pero de orden privado, muy ajeno a las fuertes pasiones colectivas que constituyen el núcleo de la mayoría de las obras de juventud. Se cambian los estruendos bélicos, las ruidosas manifestaciones de fe y fervor patriótico, la tensión que emana de sus anteriores óperas, por una atmósfera infinitamente más serena y distendida. Cada personaje se representa sólo a sí mismo y esta pasión individual hace que sea más íntimo y evidente el desarrollo psicológico de los distintos roles.
Hasta el momento de la composición de Luisa Miller, en los recitativos desaparecía la importancia de la música en favor de un texto que explicara bien la acción. Así había sido en Italia con Rossini, Bellini y Donizetti e incluso el propio Verdi. En cambio en Alemania, Wagner había ya inaugurado una forma completamente distinta de concebir la relación entre texto y música. Luisa Miller marcó precisamente una ruptura en la manera verdiana de tratar esa relación. Por primera vez el compositor sentía la necesidad de un acuerdo total entre la música y el texto lo que implicaba que éste fuera escrito no exclusivamente en función del sonido de las palabras, sino también de su sentido. Las partes recitadas se veían de este modo reducidas y quedaba abierto el camino para lo que Verdi denominaría “diálogo escénico” o, si se quiere, “música continua” como lo llamaron los alemanes.
Bien es verdad que en esta obra temprana del Verdi que va siendo maduro musicalmente, no se rompe del todo con el pasado conservando fórmulas como arias, dúos y concertantes que, sin embargo, se suceden fluidamente. Pero el Acto III es la antesala de la posterior Traviata y en palabras de Teófilo Gautier -de cuando se estrenó en Francia- “encierra bellezas de primer orden: de un extremo a otro está escrito en un estilo esencialmente dramático”. Hasta tal punto es así que también en el Acto II el solo de clarinete en la escena de la carta con Luisa y Wurm, es prácticamente idéntico al de La Traviata (cuando Violetta antes de su apasionada despedida de Alfredo en el acto segundo, decide escribir una carta).
Igual que también es evidente el ambiente pastoril de la primera escena que recuerda el mundo de La Sonnambula, Linda de Chamounix e incluso el ballet Giselle. Decir, por último, que esta obra, por su temática, es la primera de las “óperas burguesas” de Verdi que realmente son muy pocas: Luisa Miller, Stiffelio, La Traviata y Falstaff.
A finales de setiembre la ópera estaba lista para su puesta en escena y el 3 de octubre el músico y su eterno suegro Barezzi, partieron hacia Nápoles pasando por Génova y Roma. En esta última ciudad Verdi recibió noticias alarmantes de Cammarano comunicándole que el San Carlo estaba en bancarrota. El maestro reaccionó inmediatamente y en cuanto llegó a Nápoles, reclamó al empresario Flaùto el pago de la primera parte de los tres mil ducados de su caché. No sin dificultad y tras muchos dimes y diretes se resolvió la cuestión y empezaron los ensayos. El compositor y su suegro aprovecharon su tiempo libre para hacer muchas excursiones por la región.
El estreno de Luisa Miller se llevó a cabo el 8 de diciembre de 1849. No fue un fracaso pero tampoco un éxito. Hubo pocas ovaciones para los dos primeros actos y el tercero- el mejor- fue recibido con frialdad. El público del San Carlo parecía decepcionado por una obra que contenía novedades que no era capaz de captar. Aún así, se hicieron veinte representaciones que fueron decayendo paulatinamente. Una buena parte de este relativo fracaso la tuvieron los cantantes, aumentado, como ya se ha dicho, por la poca comprensión del público a las novedades de la obra. Lo cierto es que Luisa Miller marca un punto de inflexión en la manera de componer y en la vida del compositor: inaugura un nuevo estilo que iba a poner fin a los años de galeras y comienza su convivencia con la Strepponi que ya se mantendría hasta el final de sus días.
Son bastantes los números musicales a destacar de esta ópera, algunos de los cuales ya se han comentado en la presentación y por eso no los vamos a reflejar aquí de nuevo. Añadiremos: el primer dúo entre soprano y tenor "T’amo d’amor ch’esprimere" que en realidad es una cabaleta, el dúo entre tenor y mezzo "Dall’aule raggianti" recordando su feliz infancia, la larga escena de la extorsión entre Luisa y Wurm que comienza por "Il padre tuo", la escena y dúo entre Wurm y Walter cuyo principio es "Ebben?", confesión terrible de los crímenes cometidos en común y "Todo el tercer acto" con la amplia escena entre padre e hija (similar a Rigoletto y Traviata), "La preghiera" motivo bastante recurrente, el dúo con el tenor que lo inician con "M’arde le vene" donde la protagonista confiesa su culpa y el terceto final "Padre ricevi l’estremo addio".
Después de su estreno, Luisa Miller desapareció prácticamente de los escenarios italianos pero en Francia tuvo una acogida más que notable instalándose como obra de repertorio, primero en el Teatro Italiano y mas tarde en el Teatro de la Ópera. A España llegó el 27 de abril de 1851 (Teatro del Real Palacio) y en la temporada 1852/3 la repuso el Teatro Real nada menos que con 21 representaciones. En el Liceo barcelonés se estrenó por primera vez el 25 de octubre de 1851. Consta que también se representó en Bilbao en el verano de 1860.
Las últimas producciones mas destacables corresponden al Teatro alla Scala en 1989 con Ricciarelli y con mucho escándalo pues renunció en la segunda representación, la gran producción del Teatro Real de diciembre del 2005 con Marcelo Alvarez y Fiorenza Cedolins y la reposición en el MET (marzo de 2006) con Villarroel (por cancelación de la Frittoli) que dio lugar a un gran fiasco. Para el próximo mes de Junio-2008 está programada en el Liceo con Prestia, La Scola, Frontali y Stoyanova.
DISCOGRAFÍA
Por la importancia de esta ópera, existe bastante variedad de grabaciones de las que seleccionaremos estas tres en AUDIO:01.- Peter Maag (1975)
Conde Walter Bonaldo Giaiotti
Rodolfo Luciano Pavarotti
Federica Anna Reynolds
Wurm Richard Van Allan
Miller Sherrill Milnes
Luisa Montserrat Caballé
Laura Annette Céline
Campesino Fernando Pavarotti
Orquesta: National Philharmonic
Coro: London Opera
Grabado en estudio
Decca
02.- Fausto Cleva (1964)
Conde Walter Giorgio Tozzi
Rodolfo Carlo Bergonzi
Federica Shirley Verrett
Wurm Ezio Flagello
Miller Cornell MacNeil
Luisa Anna Moffo
Laura Gabriella Carturan
Campesino Piero de Palma
Orquesta: RCA Italiana
Coro: RCA Italiana
Grabado en estudio
RCA
03.- Lorin Maazel (1979)
Conde Walter Gwynne Howell
Rodolfo Plácido Domingo
Federica Elena Obraztsova
Wurm Wladimiro Ganzarolli
Miller Renato Bruson
Luisa Katia Ricciarelli
Laura Audrey Michael
Campesino Luigi de Corato
Orquesta: Royal Opera House Covent Garden
Coro: Royal Opera House Covent Garden
Grabado en estudio
Deutsche Grammophon
En cuanto a DVD nos quedamos con esta grabación del Metropolitan:
DVD James Levine (1979)
Conde Walter Bonaldo Giaiotti
Rodolfo Plácido Domingo
Federica Jean Kraft
Wurm James Morris
Miller Sherrill Milnes
Luisa Renata Scotto
Laura Luisa Ariel Bybee
Campesino Dale Caldwell
Orquesta: Metropolitan Opera
Coro: Metropolitan Opera
Grabado en directo
Deutsche Grammophon
2 comentarios:
Un magnífico trabajo. Felicidades
Me encanta esta ópera a la que pocos parecen prestarle atención. Tus comentarios son excelentes, fundados, amenos y muy instructivos. Buscaba información y la obtuve en grande. Tengo la versión de Levine & Metropolitan Opera Orchestra & Choirus, con Millo, Domingo, Chernov, Quivar, Plishka, Rootering.
Muchas gracias!
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