Me gustaría haber tenido tiempo para recordar el
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Verdi Joven |
bicentenario de nuestro compositor como se hubiera merecido. No pudo ser y en
su lugar, aunque esté pasado en fecha, quiero decir algo respecto a su vida, ya
que de sus obras hay mucha documentación en este blog.
1.-
Francés de Adopción
Cuando nació Verdi, el diez de Octubre de 1813, el
pequeño ducado de Parma, que era, digamos la provincia donde vio la luz, estaba
dominado por los franceses. Después de cinco años de posesión borbónica, en
1748 cayó en manos de Napoleón y era regido, desde entonces, por un prefecto
del Estado Francés. Así que, el futuro maestro de la ópera italiana,
significado con su música en la unificación del país (Risorgimento), vino al mundo como ciudadano francés. En prueba de
ello, veamos una traducción de su acta de nacimiento:
“En el año
1813, el día 12 de octu
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Fe de Bautismo |
bre, a las nueve de la mañana, ante mí, adjunto del
alcalde de Busseto, funcionario del estado civil de la comuna de Busseto,
departamento de Taro, compareció Verdi Charles,
de veintiocho años, posadero domiciliado en Roncole, que nos presentó un niño
de sexo masculino, nacido el día 10 del corriente, a las ocho de la noche, del
declarante y de Louise Uttini,
hilandera, domiciliada en Roncole, su esposa, y al que declaró querer dar los
nombres de Joseph-Fortunin-François”.
En 1814, las tropas austríacas volvieron a tomar
Parma y un mes más tarde, la gobernaba la coalición que se formó tras la
derrota de Napoleón. Con este hecho, quedó totalmente fuera de la imposición
francesa y recuperó su antiguo status, no con un borbón, sino con María Luisa
de Austria, segunda esposa del emperador francés. Reinaría en este mínimo
estado hasta su muerte, ocurrida en 1847.
2.-
Feliz no cumpleaños
Pasaron más de ocho años de casados, hasta que
Carlo y Luigia, (los padres), tuvieron
a Verdi, a quien pusieron Giuseppe por su abuelo. En el acta de nacimiento y en
la fe de bautismo, consta que el niño había nacido el 10 de Octubre de 1813.
Pero durante una gran parte de su vida, Verdi sostuvo que había nacido el 9 de
Octubre de 1814 pues, según decía, su madre le había asegurado que esa era la
fecha de su nacimiento.
Hubo mucha polémica entre los biógrafos verdianos,
por la sustracción de ese año. Cuando hizo pública esta discrepancia, tenía más
de sesenta años, así que no puede pensarse que fuera por coquetería. El 14 de
Octubre de 1876, escribió a su amiga, la condesa Clarina Maffei:
“¿Sabía
Vd.? En realidad nací en 1813 y desde hace algunos días, tengo sesenta y tres
años. Mi madre siempre me dijo que había nacido en 1814 y, naturalmente, le
creí. De este modo, engañé a todos los que me preguntaban mi edad. Hace algunos
meses, reclamé mi acta de nacimiento y, aunque estaba redactada en latín,
entendí que el pasado 9 de octubre, cumplí sesenta y tres años”.
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Casa Natal |
Verdi no decía la verdad cuando aseguraba no haber
conocido este hecho hasta edad avanzada. En numerosas ocasiones, por unas cosas
o por otras, había tenido que pedir documentación oficial. En ella vería consignado
su natalicio. La famosa huida de su madre al campanario con él en brazos, para
evitar a las tropas austro-rusas, no hubiera podido darse. Ocurrió en marzo de
1814 y si fuera cierta la versión de su madre, Verdi todavía no habría nacido.
Lo que pasa es que le gustaba mucho bromear sobre
este hecho, que permanece sin descubrir y sobre el que los biógrafos, no se han
ocupado demasiado. Hasta Mary Jane Phillips-Matz, eminente especialista en el bussetano,
despacha el asunto con un “Verdi tenía su
manera particular de ver las cosas”.
3.-
Premio por su talento
Desde su infancia la música y el
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La Spineta Verdiana |
canto, formaron
parte del universo de Verdi. La región de Parma y Piacenza, en la que nació,
contaba con un buen número de aficionados que propiciaban bandas locales. Había
muchos que iban de aldea en aldea, para animar las fiestas campestres y
ceremonias diversas y ganarse un sobresueldo. Todo el mundo pasaba por la venta
que tenía Carlo, el padre de Verdi, pues estaba en un camino de encrucijada. El
joven Peppino, que así le llamaban, no tenía más remedio que verlos, porqué
armaban mucho ruido con su jolgorio.
No cabe ninguna duda que algo notaría su padre en
las aptitudes del chico, pues un buen día, se presentó con una espineta. En
apariencia se asemeja a un piano. Pero es de cuerda raspada, igual que la
guitarra. Suena mediante un artilugio interno que roza o frota los hilos al
pulsar el teclado. Tanto y tanto practicó de oído en ese instrumento, que la
espineta se estropeó.
Hubo que llamar a un reparador, quien, a la vista
de las facultades del niño, no le cobró y dejó a cambio esta nota en el
interior: “Yo Stefano Cavaletti, declaro
que reparé y recubrí de cuero los martillos, también arreglé la pedalera. Y lo
hice en forma gratuita, en razón de la
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Imaginado Registro Civil |
s buenas condiciones manifestadas por el
joven Giuseppe Verdi, para aprender a tocar este instrumento, lo que me basta
para que me considere completamente retribuido. En el año del señor de 1821”.
Ya de adulto, la tuvo siempre en gran estima y presidía uno de los rincones de
la finca de Sant’Agata. Cuando murió, pasó al Refugio para músicos, donde actualmente se puede ver.
4.-
¡Vaya mala baba!
A
los siete años, cuando recibió la espineta que se hizo famosa y que le acompañaría
toda la vida, Verdi poseía ya un
carácter firme pero lleno de contrastes. Por un lado, era un niño tranquilo y
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El lance en Tv |
sosegado como lo demostró en las tareas que le encomendaban, en la escuela, con sus padres y en las clases que
recibía. Los escasos momentos de libertad que conseguía, los dedicaba a juegos,
en los que participaba con sus colegas de aldea. Pocos son los testimonios que
se tienen de él a esta edad, pero todos le describen como más bien taciturno y
reservado.
Y
sin embargo, esta criatura apacible, era capaz de manifestar enfados terribles,
muchas veces por motivos banales. Si alguien le hacía algo, no se le olvidaba y
mantenía siempre rencor contra los que le ofendían. Tal es el caso de un suceso
ocurrido a sus siete años, atestiguado por todos los biógrafos y que él mismo,
ya de adulto, no se cansaba de repetir, para dar testimonio de su marcado anticlericalismo.
Peppino
estaba en la iglesia de San
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Serie Tv |
Michele
Arcangelo, ayudando en la misa al celebrante, don Giacomo Masini, más
conocido como “don Masini”. El futuro
compositor, se distrajo escuchando la música que llegaba de la galería del
órgano y no oyó al sacerdote, que le pedía las ampollas del agua y el vino. “Don Masini”, exasperado y colérico por
la falta de atención de Verdi, dio al muchacho un puntapié, que le hizo perder
el equilibrio y caerse, rodando, desde el altar, escaleras abajo. Peppino,
humillado (recordemos que solo tenía
siete años), le lanzó una maldición en el dialecto parmesano del lugar: “Dio
t’manda ‘na sajeta! (¡Dios quiera que te parta un rayo!)”.
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Otro Verdi Joven |
Así
son las maldiciones de los campesinos de aquella tierra, donde ese fenómeno
natural, es muy temido, con su infierno de ruido, viento y lluvia torrencial. La
imprecación del niño, se cumplió. Esto es lo que le dio importancia al suceso
que, de lo contrario, habría sido olvidado. Ocho años después de que Peppino,
realizara su improperio a “don Masini”,
en Roncole, el clérigo fue fulminado por un rayo. El suceso ocurrió al caer uno
en la iglesia de La Madonna dei Prati,
muriendo en total seis personas (Masini,
dos coristas y tres sacerdotes más), a las tres y media de la tarde, en una
fiesta religiosa, a la hora de vísperas.
Bueno,
algún otro día hablaremos del Verdi mayor y por ahora, lo dejamos no sin antes
citar la fuente de estos apuntes: La biografía de Pierre Milza titulada “Verdi
y su tiempo”.
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